Ni un espacio crítico amplio ni menos una instancia de reflexión



martes, 26 de octubre de 2010

Deutschland, perdónalo porque no sabe lo que hace


Portada del último número de la revista nazi Frauen Warte, dirigida a las mujeres, a principios de 1945.

El Presidente Piñera culminó su gira por Europa como ya nos tiene acostumbrados: con una formidable metida de pata.
Invitado por su homólogo Christian Wulff a dejar un saludo en el Libro de Visitas, Piñera y el embajador de Chile en Alemania Jorge O'Ryan se abocaron a estampar una reflexión sentida y cariñosa para con el pueblo anfitrión. Después de abrir el libro y ofrecerles una pluma de oro, Wulff se retiró educadamente unos pasos para que cumplieran con su cometido.

-¿Qué weá escribo?

-Un saludo al pueblo alemán estará bien, Presidente.
-Ya. Y cómo se escribe eso.
-Bueno... no estará pensando en escribirlo en alemán, Presidente.
-Ah no si no. ¿No estamos en Alemania acaso?
-Es que no es necesario, Presidente. Si ni siquiera yo me manejo aquí en alemán.
-Sabís que me estái hinchando un poquito las pelotas. Lánzate cualquier cosa en alemán y después veímos.
-Es que no sé nada. Llegué hace poquito. Usted sabe, Presidente.
-Oye, weón. ¿Tú sabís por qué estái aquí?
-Para aplicar todos mis conocimientos de ingeniería y gestión de empresas en la profundización de las relaciones diplomáticas con el hermano pueblo alemán, Presidente.
-Ya. ¿Y qué más?
-........
-Para apoyar a tu jefe, pelotudo, cuando esté aquí de visita. Así que me decis cualquier weá en alemán ya o te mando mañana mismo de vuelta a Chile.
-Ptas, Presidente... es que lo único que se me ocurre es esa canción que dice algo así como deutschland...
-...Ya... sí, sí, me suena, de las películas: dóitchlan uber ales. ¿Y qué significa? ...Bueno, no importa. Deletréalo.
-Presidente... es que me tinca que algo tiene que ver con el himno naz...
-D-e-u-t...   ¿qué más?
-D-e-u-t-s-c-h-l-a-n-d  ü-b-er  a-l-l-e-s, Presidente... La u lleva unos puntitos encima...
-Ok. Eso era todo. Veís... te hacís problemas por tóo, O'Ryan.

Sonriendo como una campesina rubicunda que se acabara de bañar en el Rhin, el Primer Mandatario regresó el libro al mandatario alemán. Tres personas se necesitaron para sostenerlo cuando leyó el mensaje.
-¿Y a éste qué le pasa? -se preguntó nuestro primer embajador ante el mundo. -No le gustó el mensaje, no más, pos- se respondió a sí mismo.


Las autoridades alemanas todavía no salen de su asombro. Acaban de recibir las disculpas de Piñera pero esto no ha impedido que sigan considerando un gran error no haber hecho caso en su momento a unos computines alemanes que proponían sustituir el Libro de Visitas por un archivo digital, una especie de blog. No era para nada una mala idea. Se habría podido borrar el comentario con un click. Ahora, en cambio, el mensaje indeleble señala desde hoy y para siempre que un atorrante saludó al pueblo alemán, en el año 2010, con la estrofa del himno alemán que ya no se canta por estar asociada a la glorificación del Tercer Reich y su tesis de supremacía racial.

(El equipo se Sebastián Escucha agradece a Orieta Ramírez por haber hecho llegar la noticia ayer a primera hora a nuestras oficinas)

3 comentarios:

danay dijo...

esta es de las peores que se ha mandado!!!!!!!!!!!!!!!

Dago dijo...

Así es no más. Yo creo que con ésta perdió gran parte de lo que ganó mediáticamente con el asunto de los mineros.
Gracias por tu comentario. Besitos.

Anónimo dijo...

Una más de nuestro gerente general. Sin embargo, el sabe, y lo sabe muy bien, que un gerente marca precedentes y que no existe fuerza alguna que lo detenga. Sabe que la fuerza del dinero y el ímpetu del mercado le favorece. En definitiva lo que importa es que la economía se desarrolle y crezca. Además hay que considerar y tenerlo muy presente que en cuatro años más volverá a ser presidente de sus empresa, ahora con una mayor trenza de contactos y al mejor nivel. Pregunta: ¿Acaso usted no cree que algo así pasa por la mente de nuestro gerente general?.

Atentamente

El Inversionista.