Ni un espacio crítico amplio ni menos una instancia de reflexión



sábado, 20 de marzo de 2010

Surgen serias dudas de que Sebastián "dé el ancho"

Echando pie atrás en la designación de amiguito de Paul Schaeffer como gobernador de Bío-Bío -ni más ni menos, no bastó con el terremoto- terminó la peor semana del gobierno de Tatán.
La nueva forma de gobernar se inició con el cambio de logo, poquito antes de asumir. Simultáneamente, asoman su cabecita con delicadeza los indeseables cuoteos y los premios de consuelo pa los derrotados, partiendo por la vocera que la noche del 13 de diciembre, según dicen, se durmió tan satisfecha que llegó a rechazar los arrumacos de su marido porque con una senadora de la República no se juega. Le siguen, en estricto orden cronológico:

12 marzo: en conferencia de prensa con corresponsales nacionales y extranjeros, Sebastián asegura (sorprendidísimo de tanta curiosidad por el tema) que cumplirá sus compromisos respecto de las acciones de Lan y Chilevisión, pero "con atraso... por razones ajenas a mi voluntad, entre ellas el terremoto y el maremoto". Por esos días, Marte se acercó a la Tierra también, pero no hizo mención de ello. Luego, muy suelto de cuerpo, literalmente, alzó con cierta gracia -¿cómo negarlo?- el hombro izquierdo, a continuación el derecho y remató, inescrupulosamente exacto, con que sólo "habrá un atraso de días o semanas".

14 marzo: Apagón de Taltal a Chiloé. Una hora después, el director de Onemi anuncia que informará qué shusha es lo que pasa, weón... ¡plop! dentro de media hora. Así ocurre. Pero dice no saber por qué. La primera autoridad en informar por qué estamos a oscuras, lo hace al cabo de dos horas. Gobernar con sentido de urgencia, le llaman. Creo que fue el subsecre del interior. Se había hecho famoso en los think tank de Piñera porque no había reunión en que no saliera con su frasecita: es preciso gobernar con sentido de urgencia, decía, aunque no viniera al caso. Lo había leído por ahí y le había quedado gustando.

16 marzo. Un día clave. Se designan los gobernadores que, tal vez por el sentido de urgencia, no habían sido nombrados hasta ese momento. Entre ellos, va una persona implicada en "actividades delictuales" (Hinzpeter, CNN, 19.3.2010) pero nadie lo sabe en ese momento. En Google sí, no faltaba más, en la segunda página... Sí, si no era necesario molestarse mucho.

17 marzo. Se da a conocer que el designado cónsul de Chile en Bolivia expresó hace diez años (el señor tiene como cincuenta, así que no puede considerarse pecado de juventud) que las mejores relaciones con el país donde ha sido designado como "embajador" es simplemente no tenerlas. Sabio el caballero. Con visión de futuro. Pero lo designaron igual. Nadie hizo la búsqueda en Google, al parecer, otra vez. Pero pasó piola, principalmente debido a la respuesta sabia de aquellos con los que no debíamos relacionarnos en absoluto -todo un error porque se ve que de ellos, los indiecitos, el señor cónsul puede aprender mucho.
Este mismo día también, esta niña, la Ena von Baer volvió a tirar pa "los próximos días" la venta de acciones, admitiendo que el compromiso era vender antes del 11 "...y (que) no se ha cumplido hasta ahora... es absolutamente verdad" (Ena, se dice: es absolutamente cierto). En cuanto a la reconstrucción, deslizó algunas medidas: patatí, patatá "o entramos en otras cosas como impuestos", remató gallardamente.

18 marzo. Cadena Nacional. Te pasaste, Sebastián. En ninguna parte del mundo un gobierno recién instalado se dirige al país a la semana de haber asumido, por muy terremoteado que esté. Mediático el chico éste. Le gustan las luminarias, le encanta que lo maquillen. Para qué? Pa decir lo que sabíamos todos (que "las pérdidas de vidas humanas son irrecuperables", por ejemplo). Que “terminaba una primera etapa”, anunció. (Cómo? Que en la sexta región hay un rally?) Sin embargo, y digamos las cosas como son, debo confesar que me conmovió con eso de "arriba los corazones". Trajo a mi memoria tanta melodía inolvidable de los huasos quincheros, los de Algarrobal y afines. Me hizo soltar una lágrima el muy bandido.
Mismo día: Juan Antonio se entrevista con el ministro del Interior porque entrevé que el cuoteo está algo entreverado. Le preocupa, aunque sabe que los designados son "personas que van a hacer las cosas bien". Al poco rato, la alcaldesa UDI de Hijuelas lo saca de su error: se ha designado como gobernador de la provincia de Quillota a "lo último que botó la ola".

19 marzo. El papelón. La primera baja vergonzante. El Hinzpeter se entrevista con un tal Stegmeier, a quien Sebastián pretendía designar como gobernador en Bío Bío. Que le han contando cosas, le dice. Que un diario electrónico y que tá y tá. Stegmeier, un ario puro (no como Adolf, pues), desde allá arriba, desde su metro noventa, niega toda vinculación con el lavado de dinero, con auxilio a encausados por pederastia y nimiedades similares. ¿Está seguro de no haberle tocado el potito a nadie? Esa y otras preguntas parecidas se hacían oír en la casa de los presidentes de Chile por primera vez en la historia. Stegmeier negó todo pero el Hinzpeter que no es nada de leso, no le creyó. Decidió confiar  en Google, que en la segunda página de la búsqueda traía los link al historial completo, leído con avidez mientras Stegmeier alegaba que jamás había lavado un plato en su vida, cómo iba a estar lavando "eso que usted dice".
Finalmente, la nueva manera de gobernar se impuso. Se decidió "dejar sin efecto la intención de".
Como caballeros. Aquí no ha pasado nada. El implicado en "hechos delictuales" se fue a su casa. Allí le contó a su mujer que la nueva pega no resultó. Eso es todo.