Ni un espacio crítico amplio ni menos una instancia de reflexión



viernes, 24 de septiembre de 2010

The breakfast


Presidente Piñera sacando provecho del ingenio de otros, con el río Hudson como telón de fondo, en Manhattan.
 
Siguiendo con su maldita costumbre de creer que todos los verbos son regulares, el primer mandatario hizo de las suyas en la ONU con su discurso, sumiendo en el mayor desconcierto a los traductores que se vieron obligados a enviarse papelitos consultándose unos a otros a qué palabra en inglés correspondía el participio cubrido, por poner un ejemplo.

Por fortuna, el desayuno con Bill Gates se desarrolló en la lengua del país anfitrión, en la que curiosamente Sebastián parece sentirse más a gusto.
El encuentro duró poco más de media hora y estuvo plagado de recuerdos de su paso por Harvard y de las peripecias por las que ambos tuvieron que pasar para hacerse de un nombre y una situación que les permitiera ir tirando por la vida. A continuación, ofrecemos un extracto de la conversa, en traducción libre.

Escenario: Hotel Millenium, 5a Avenida con la 48. Sebastián viste su tenida tradicional, terno oscuro y corbata roja. Billy, bastante más informal, lleva zapatillas y camisa afranelada, sin corbata.

- Así que en Harvard, también, ah? ¿en qué años? ¿por el 70 quizás? ...Sí, porque tú soi mayor ¿no?
- Bueno, claro, yo soy del 49... pero me doctoré el 72.
- ¡Ah! Conque doctor el rotito, eh? (en español, en el original).  Nooo, yo me fui antes de terminar.
- ¿Y eso por qué?
- Bueno, porque andaba inventando cosas. Y si no las inventaba se las compraba a alguien que ya lo hubiera hecho. Baratito sí, pos.
- ¿Y te ha ido bien? ¿En cuántos guatones vai? Porque tú erai de clase media ¿no? Igual que yo... Hijos del rigor.
- Nooo, bien, pos. Es que le apunté con un sistema operativo, no sé si cachái algo... Aquí donde me veís, voy por los 55 mil... Noo, con el SO me fui p'arriba de un viaje.
- Ya...
- Y tú ¿qué inventaste?
- ...............

Una verdadera avalancha de tics -no hay otro modo de expresarlo- se abalanzó sobre Sebastián y lo zarandeó de arriba a abajo y de lado a lado, durante más de dos minutos.
Bill esperó un tiempo prudente y repitió la pregunta. Esta vez el Sebastián salió eyectado de su silla y estuvo a un tris de aplastar su cabeza contra el techo. Aprovechando su momentánea ausencia, Bill se incorporó de a poquito y luego cruzó el lobby, raudo, directo hacia la calle.

"Chilenos... chilenitos... ¿ustedes son weones o qué?"

viernes, 10 de septiembre de 2010

Síndrome de abstinencia bursátil


La Enciclopedia Médica Online de la Clínica Las Condes define el Síndrome de Abstinencia Bursátil como el conjunto de síntomas que presenta un individuo cuando deja de especular en las Bolsas de Comercio después de largo tiempo haciéndolo de forma excesiva e ininterrumpida.

Recientemente identificado, el trastorno tiene por las cuerdas ni más ni menos que al Presidente de la República, quien está a punto de cumplir seis meses de abstinencia casi completa -si se descuenta una que otra movida, poquita cosa- con los dientes apretados, tarea nada fácil si se toma en cuenta que su caso connota una complejidad mayor debido al hecho fortuito de que trabaja a menos de dos cuadras de la Bolsa de Comercio de Santiago. Los síntomas, de por sí manejables, se han visto exacerbados por esta cercanía física con otros especuladores, sumándose a las manifestaciones típicas una serie de alteraciones psicológicas que tienen de cabeza al cuerpo médico.
El especialista en la materia, doctor J. Mañalich, se ha dado maña para rescatar los signos más alarmantes:

Ansiedad o nerviosismo
Vulgo, tics. Piñera señala que los tiene de niño. Falso. Se manifestaron por primera vez en su visita al gran país del norte, cuando fue recibido por el alcalde de Nueva Orleans. Y desde entonces, no le dan tregua. Altos dignatarios extranjeros han manifestado su reticencia a invitarlo porque los pone tensos y porque algunos, al rato, se ven haciendo los mismos gestos, por imitación, lo que los pone en ridículo ante sus propios pueblos, sin tener arte ni parte.

Dificultad para expresarse con claridad
Ha sido el síntoma más evidente, no cabe duda. Lo han observado hasta los niños. En las escuelas de Chile entero -recién comenzado el tratamiento- los chiquilines de todas las edades tapaban con preguntas a sus maestras sobre el correcto uso de los neologismos tusunami y marepoto, y ahora último, de las gabiotas. También ha confundido conceptos tan corrientes como la vida y la muerte, concediendo la primera a Robinson Crusoe y atormentando con la última al poeta Nicanor Parra.

Tendencia irreprimible a representar un papel
Tal vez el más dramático de los síntomas, se manifiesta desde los primeros minutos del periodo de abstinencia. Por razones obvias, los personajes representados pertenecen al ámbito popular. Es una reacción en cierto modo natural que pretende simular un distanciamiento con el mundo de los negocios.
La extensa gama de personajes interpretados en estos seis meses, algunos con gran despliegue técnico, incluye, en orden alfabético: aviador, bombero, buzo, carabinero, carretonero, ciclista, creyente, damnificado, enfermero, equitador, feriante, futbolista, huaso, kinesiólogo, mapuche, profesor, tractorista.


Presidente Piñera en una de sus dramatizaciones más aplaudidas: verdulero ambulante.

Cambios emocionales imprevistos
Tienden a presentarse al final de los primeros seis meses de abstinencia. Provocan gran inquietud en su entorno más inmediato, dejando a sus colaboradores por lo general colgados de la brocha, sin saber a qué atenerse, o sin atinar, que es lo mismo. La transnacional Suez Energy acaba de pasar por este trance, desde la vereda opuesta. Difícil de erradicar porque por otro lado recibe recompensa: en este caso, se ganó el cariño de los ambientalistas.

Propensión desmedida a la gazmoñería y el recato
Al tercer o cuarto mes ya es posible observar algunas reacciones en este sentido. Unas cuantas, de carácter anecdótico, como por ejemplo el asunto de las minifaldas en Coquimbo. Otras bastante más serias, que han terminado por provocar daño irreparable a nuestra imagen internacional, como los diversos instructivos emanados del Sernam o del Injuv, intentando reposicionar en la mentalidad de nuestros (as) niños (as) conceptos asaz arcaicos como la virginidad tuya o mía, intentona que finalmente trajo como consecuencia que abortara el XVIII Congreso Mundial de Sexología que iba a realizarse en Santiago en octubre de este año.

Piñera con plana mayor del Injuv, al momento de recomendar a los jóvenes la abstinencia sexual antes del matrimonio. Nótese en los semblantes circunspectos, las secuelas inocultables del hábito masturbatorio.

Pronóstico
Si pasados los primeros seis meses el paciente no ha tenido recaídas, puede augurarse que el mal hábito ha sido abandonado por los próximos tres años y medio. Si, por el contrario, llegara a suceder que tuviera recurrentes pesadillas, por ejemplo, con Blanco y Negro, habría que optar por un tratamiento algo más agresivo, como pueden serlo los parches de papeles bursátiles, que se adhieren fácilmente a la piel, no son caros y se compran en cualquier farmacia de la cadena Fasa.