Ni un espacio crítico amplio ni menos una instancia de reflexión



sábado, 28 de agosto de 2010

Sebastián ambientalista



- Aló? Bon suar. Ye vudré parlé avec mesié Mestrallet.
- Bon soir. ¿De la part de qui?
- Sebastián Piñegá, President de Chilí.
- A tout a l'heure, monsieur le President.
............
- Aló? ¿Gerard?
- Lui meme. ¿Q'est que vous...
- ...Mmm... Es que vú parlé chilián?
- Sí, pues, un poquito. Acuérdate que hace un mes conversamos en La Moneda... cuando dejamos todo listo. ¿Qué pasa ahora?
- Ah, de veras. Mira. Me imagino que el Juan Claro ya te contó todo. Con tu famosa central me tenís la cagá aquí. Era una de mis promesas de campaña más fuleras y ahora con la guitarra en la mano las cosas se me están complicando. Te quiero pedir como gran favor que desistas de su construcción o que...
- ¿Quoi? ...¡c'est incroyable!! ¡Mais, q' est que vous...
- En chileno, no te pongái pesáo.
- Pero ¿¡qué clase de país es ese!? El proyecto ya fue aprobado en todas sus instancias y hace dos horas acaba de darle el visto bueno final la famosa cosa esa de la Corama, Corema, Corina.... ¿Est que vous n'avez pas de la institutionalité?
- La institutionalitéee, la institutionalitéee... Mira franchute, yo me he pasado por donde te dije a la Superintendencia de Valores y Seguros, los Tribunales de Justicia y la Superintendencia de Bancos y cuanta weá se te ocurra. Así que ese no es rollo pa mí. Ahora... tampoco es que aquí arreglemos las cosas a lo puro compadre, cachái? Mira, te ofrezco un arreglín, como se llama aquí, un petite arrangement, quiero decir. Yo ya lo tengo todo craneado. Hay una palabra clave en todo esto que nos va a dejar a todos contentos: "relocalización". Vu savé comprí?  O sea, no es que no se vaya a hacer la termo sino que se "pospone" pa buscar otro lugarcito donde no haya pingüinos ni delfines ni santuarios ni ná. Se pospone ¿por qué se pospone? porque se va a hacer en otra parte, est que vu comprán?
- A relocalizar... c'est pas possible, c'est pas possible...
- Tranquilo... Te aseguro que...
- C'est pas possible... ¿Y si después la Corina lo rechaza?
- Bueno, eso es lo que quiero decirte, pues. Que me encargaré personalmente de hacerle unos ajustes a la Corina que tú llamas, la dejaremos bacancita pa que no volvamos a pasar por un asunto tan enojoso.
- C'est incroyable... Asegúrame que sólo se pospone...
- Te lo juro por mi madre. Se pos-pone, o sea, se pone pero después. Mira, cualquier lugar en que yo no bucee es bueno.
- (Chilien a la merde...)
- ¿Qué?
- No, c'est bien, c'est bien.
- Dacór, mercí, mercí bocú. Merci. Tout Chili vous remercié. O revuár.
- Au revoir... (¡Cochon!)... c'est pas possible...
Pingüinos de Humboldt en marcha pacífica hacia dependencias de la Conama, en Coquimbo.

martes, 24 de agosto de 2010

El ingenio del chileno



El domingo recién pasado Chile entero recibió con gran alborozo la noticia de que los mineros atrapados 700 metros bajo tierra estaban vivos, para fortuna y regocijo de sus familiares y amigos. El país entero saltó en una pata, conmovido, y se multiplicaron las manifestaciones de alegría por todos sus rincones. 
Esta bella historia de resiliencia y coraje, sin embargo, no transcurría sola. Paralela a ella, corría otra historia, más sencilla y quizás menos épica pero que deseamos reseñar como manifestación, una más, del ingenio del roto chileno.
La historia, muy sencilla, repetimos, va así:

Hacía por lo menos un mes que el asunto había pasado de castaño a oscuro. Se había intentado por aquí y por allá, y una y otra vez la operación se iba a las pailas, por una razón u otra, a pesar de todos los esfuerzos por llegar a buen puerto, en un plazo razonable.

El gran escollo, como es natural, aparte la cuestión de las platas, lo constituía el hecho de que la negociación estaba en manos de la corredora Larraín Vial y el Seba -porque de él hablamos- no podía aparecer así como así llorando en público por unas chauchas más o chauchas menos. Si finalmente llegaban a acuerdo en los montos, o si por el contrario surgía la posibilidad de una rebajita, o un cariñito por el otro lado, era un asunto que Larraín Vial no podía consultarle al Seba directamente pero al mismo tiempo era imperioso encontrar una manera de hacerle saber cómo iban las cosas o si accedía a tal o cual alteración de las condiciones.

La semana anterior al domingo en que se estableció contacto con los mineros atrapados, la transnacional Time Warner había hecho su última oferta por el canal: 140 millones. El Seba se había indignado y preguntado si estaban locos y que esperaba una nueva oferta que elevara al menos en un 25% lo ya ofertado, es decir, quería 175 millones. La Warner ofertó sólo 30 millones más pero el Seba con lo porfiado que es, se negó, aunque bajó un poco la pedida y les contestó que "34 y no se hable más". Pero en ese punto la confidencialidad del asunto ya no se soportaba, lo que ponía al Seba en una situación delicadísima: estaba a un tris de que lo pillaran participando activamente en las negociaciones. Fue entonces cuando la Time Warner anunció que ofrecía 33 millones y ni un dólar más agregando que si no lo aceptaba iban a contarle a todo el mundo que lo de la corredora Larraín y la cacha de la espá era puro cuento.

El resto es conocido por todos. El hombre subió a la mina, se enteró de las hojas húmedas que venían de abajo, se consiguió un papel igualito, pero que estaba seco, y escribió de su puño y letra lo que todos vimos en la tele ese domingo: "Está bien con los 33", es lo que quiso decir. Supuso que la Warner iba a cachar que lo del refugio era pa despistar. Y supuso bien porque hasta ahora el negocio ha pasado piolita.
Ingenioso el cauro.

miércoles, 11 de agosto de 2010

La sensación de gobernar

Presidente Piñera caminando a altas horas de la noche por las calles de Santiago.
"La sensación de inseguridad es mínima", comentó.


Es hora de confesar que el equipo de Sebastián Escucha tiene santos en la corte.
Cuando los medios son instados a retirarse porque se acabó la conferencia de prensa, nuestro equipo logra permanecer algunos minutos más en el salón o sus alrededores y así podemos acceder al menos en parte a la audiencia privada que siempre sigue al diálogo público.

Así fue como ayer, en la mañana, este medio independiente pudo permanecer con la oreja pegada a la puerta del despacho donde el Presidente felicitaba a la Consultora Hinz & Peter -especialistas en sensaciones de todo tipo- por su excelente desempeño en la tarea encargada por el Ministerio del Interior para disminuir la sensación de inseguridad en las calles del país entero.
Mientras Peter le informaba de lo engorroso que fue que los personeros que cuentan con resguardo policial contestaran la encuesta, el inefable Hinz le instruía sobre la herramienta metodológica fundamental con que contaron para llegar a las cifras que conocemos, que en palabras simples, consistió en la distribución equitativa de los delitos que le correspondía informar a cada medio.

Recordemos que antiguamente, si se cometían, pongamos, veinte delitos diarios, éstos eran abordados por todos los medios, sin exclusión ni censura de ningún tipo. Esta vez, con las medidas implementadas por H & P, los delitos se distribuyeron igualitariamente entre todos los medios, por ejemplo, a La Tercera le correspondía cubrir el delito X, a El Mercurio el delito Y, a Televisión Nacional el delito Z y así, la misma martingala con los restantes canales de televisión, radios y periódicos. Cada uno con su delito. Un medio, un delito, así de simple.
Aunque ni tanto porque los medios más poderosos reclamaron para sí los delitos más llamativos o más sensacionales, en fin, aquellos que provocaran las mayores ventas, o el más alto rating. Lo que no dejaba de ser razonable pero que se contraponía con el objetivo primordial, que era la disminución de la sensación de inseguridad: si el delito era grave debía abordarlo un medio de corto alcance. Finalmente, se llegó a una solución colegial: el medio "semanero", éste podía tomar esa semana el mayor hecho de sangre, para darle el paso a otro la semana siguiente.

Esta batería de ingeniosísimos artilugios fue lo que en palabras de Hinz permitió hacer descender "la sensación de inseguridad" en aproximadamente un 0,002 por ciento, cifra que a la Ena la tenía vuelta loca al punto que esta vez no sólo comentó la encuesta con gran entusiasmo sino que con ese fin entre ceja y ceja se dedicó a perseguir por el patio de los naranjos a cuanto reportero había por ahí guardando sus cámaras a punto de retirarse. Tuvo la mala suerte de tomar a uno de ellos por los fundillos haciéndolo caer aparatosamente en una fuente con agua. El reportero estampó en la oficina de partes un furibundo reclamo por la sensación de inseguridad que se vivía en Palacio.

Pero volvamos al Presidente. Tan encantado quedó con los guarismos y el ingenio portentoso de H & P que los había hecho posibles que, cuando la reunión finalizaba preguntó, como quien no quiere la cosa, más o menos cuánto le costaría al Estado resultados similares en la disminución de la sensación de frío que está aquejando al país de Arica a Magallanes.
Hinz y Peter cruzaron las miradas con cierta extrañeza, pero como ya se despedían junto a la puerta, Hinz le anunció que sí, que cómo no, que lo iban a pensar y que en un par de días le enviarían un presupuesto.
Peter, que había quedado más retrasado, decidió expresar su buena disposición algo más efusivamente de modo que tomó al Presidente del brazo, y muy cálidamente le comentó que lo veía muy satisfecho, muy entero, muy sereno y confiado.
-Se le ve muy bien, Presidente, me tinca que hay algo más que lo tiene así, no sólo los resultados de nuestra performance.
-Bueno, sí. Debo confesarles que tengo la sensación de que Chilevisión se vende.