"No lo muestres"

Presidente Piñera a punto de lanzar el improperio -finalmente censurado por la señal oficial- luego de que Cecilia le solicitara no volver a mostrar el papelito.

Querido diario:

"So... ¿are you determined to carry this message with you all around the world?"

Ay. La pregunta del periodista inglés me llegó hasta el alma. Desde las sombras, entre bambalinas le envié toda la fuerza del mundo para que lograra salir del paso. Y también ahí mismo decidí que tenía que decírselo de una vez por todas aunque eso significara volver a recordar la carencia, la poquedad, la insuficiencia aquella que con tanto amor y comprensión mutua finalmente logramos superar, con el paso de los años.


Y se lo dije. Se lo dije esa noche en la habitación del hotel cuando volvía del baño. Sin contestarme, se coló en la cama, pulcramente, junto a mí. Pero se quedó pensando, apoyada la cabeza en su brazo menos corto, el derecho. "Ya es suficiente" le había dicho, "estás aburriendo a la gente, ya no sorprendes a nadie con el mensaje".
No hubo más palabras y el cansancio de la jornada nos abatió en silencio.

Cuando en la mañana abrí los ojos, lo vi sonriendo a los pies de la cama, ya vestido. Se veía contento y pensé que había comprendido.
Tonta yo. Por eso es que me duele. Porque me salió del fondo de mí cuando esa misma tarde lo vi meterse la mano en el bolsillo y sacar el papelito y me vi obligada entonces a pronunciar esas palabras recónditas que yo creí sepultadas en el olvido.
Sí. Porque esas noches todo era muy poquito y se me iban las ganas si alcanzaba a verlo. Por eso, siempre le pedía, en un susurro: "no lo muestres, Sebastián, no lo muestres".